En el transcurso de 2023, Colombia ha enfrentado un preocupante aumento en los casos de extorsión, una realidad dolorosa que afecta a más de 7,500 personas en todo el país. Esta alza en los incidentes de extorsión ha sido atribuida a grupos como las disidencias de las Farc, el Clan del Golfo y el ELN, organizaciones que han intensificado sus actividades delictivas, sembrando miedo y desconfianza en diversas comunidades. 

Las autoridades colombianas han identificado 69 puntos críticos en los que la extorsión se ha convertido en una amenaza constante para los ciudadanos. Estos puntos, que abarcan áreas urbanas y rurales, se han vuelto vulnerables a las tácticas de intimidación empleadas por estos grupos criminales. 

El coronel Giovanni Cristancho se pronunció sobre el tema. “Esto ha sido recurrente y se han tornado violentos. Les envían panfletos, les lanzan granadas, les incendian el local”. Pese al cese bilateral del fuego que hoy inicia con las Farc y el que hay desde agosto con el ELN, la comunidad sigue azotada por este delito que deja 7.537 víctimas este año. 

El gobierno colombiano, junto con las fuerzas de seguridad, está tomando medidas para abordar esta creciente amenaza. Se están implementando estrategias específicas para desmantelar estas organizaciones delictivas y llevar a los responsables ante la justicia. La cooperación ciudadana también juega un papel crucial en este esfuerzo, alentando a las personas a denunciar cualquier actividad sospechosa y colaborar con las autoridades para erradicar este flagelo.