En un esfuerzo por fortalecer la seguridad en la región, tropas del Ejército Nacional han desplegado seis pelotones de soldados profesionales en la zona limítrofe entre Risaralda y Chocó. Estas fuerzas armadas han llegado en las últimas semanas con una misión clara, evitar incursiones y actos delictivos del ELN en las áreas rurales que conectan Pueblo Rico y Tadó. 

La presencia militar en esta zona estratégica es esencial para mantener la paz y salvaguardar la seguridad de las comunidades locales. La región ha sido testigo de desafíos relacionados con grupos armados ilegales en el pasado, y la llegada de estas tropas representa un paso significativo hacia la protección de los ciudadanos y sus hogares. 

“Nos encontramos desplegados a lo largo y ancho del departamento de Risaralda, en el área rural del municipio de Pueblo Rico, especialmente en el sector de Dokabú, haciendo todo el acompañamiento con nuestros soldados y escuchando las inconformidades y situaciones especiales por parte de la población civil para garantizar la seguridad en la fiesta democrática de este próximo 29 de octubre”, precisó el teniente coronel Carlos Mauricio Salas, comandante del Batallón San Mateo de Pereira. 

El papel de estos soldados profesionales va más allá de simplemente custodiar territorio; también están comprometidos en fortalecer los lazos con las comunidades locales. La colaboración ciudadana es fundamental en la lucha contra las fuerzas que buscan desestabilizar la paz en la región. La confianza y cooperación entre los habitantes locales y las fuerzas de seguridad son elementos clave para garantizar un entorno seguro y pacífico.