Bogotano de nacimiento, pero pereirano por adopción. Así se define Sebastián Valencia, voluntario de prensa en Risaralda en los Juegos Nacionales y Paranacionales Eje Cafetero 2023. En realidad, se queda corto en la descripción. Es un guerrero de la vida: para atleta y actualmente integra la selección Colombia de para bádminton.   

Su papá le inculcó el amor por el deporte. Comenzó con el fútbol y luego practicó el patinaje de velocidad. Incursionó en muchas disciplinas, hasta que inició la carrera militar en el año 2005, destacando en su carrera con importantes reconocimientos, pero tres años después, su vida cambió.   

Un accidente en su moto, cuando llevaba tres meses del primer semestre de enfermería superior en el Hospital Militar Central, lo tuvo al borde de la muerte.  Duró cinco años y medio hospitalizado y 13 meses más en silla de ruedas, ya que debido a su invalidez del brazo izquierdo, no podía usar muletas para caminar.   

Su situación lo llevó a la pensión por invalidez, pidió su retiro  de las fuerzas militares y se enfocó en su recuperación. Duró 13 años en terapias, pero sin respuesta del miembro superior, se decidió por la amputación.  Difícil, pero considera que le “permitió ser más competitivo en los deportes, ya que el brazo era un peso muerto que tenía que cargar”.  

En el marco de los Paranacionales, su trabajo como voluntario cobra mucho valor. Le ha brindado un gran servicio a la prensa nacional y precisamente despierta tanta admiración su testimonio de superación, que ha sido entrevistado en múltiples ocasiones como un deportista más. De hecho, él también lo es.    

Lleva una década en el paraciclomontañismo y el paraciclismo. Compitió por Caldas en dos campeonatos nacionales, luego representó a Risaralda en el para triatlón y actualmente es el único representante del  Eje Cafetero en el para bádminton.  

“Al realizar mi trabajo como voluntario, me siento como una persona normal, le doy ‘una mano a todos’ y también me permite alentar y motivar a los deportistas”, cuenta entre sonrisas.   

Confiesa que eligió la comisión de comunicaciones en los Juegos porque “le gusta informar y estar informado”. Además, estar cerca de las competencias lo emociona y por eso tiene ansiedad por la prueba de ruta del paracycling del próximo domingo en Pereira. “Ver competir a excompañeros de mis días en ese deporte me emocionará bastante”, advierte.   

El deporte enaltece. Sebastián lo tiene claro y por eso, así como lo recibió de su padre, él motiva a David, su hijo de nueve años, a vivirlo como un estilo de vida. “Invito a los padres de familia a que estimulen a sus hijos a practicar un deporte y dejen que ellos elijan lo que les guste, sin obligarlos a hacer lo que creen que es lo mejor. Esto también sirve para mantenerlos alejados de los vicios”, dice convencido.   

Espera seguir activo en el deporte y revalidar su título en para bádminton como campeón en la categoría máster, título que logró con su único brazo en el municipio risaraldense de Santa Rosa de Cabal.   

Sebastián es un digno representante de la tenacidad del ser humano, la muestra real de que las limitaciones solo están en la mente y que la vida con actitud, cobra un valor diferente en medio de las circunstancias más apremiantes. Y es que la vida a veces prueba a los más valientes y también los premia.