La historia que rodea el caso del feminicidio de Michell González en Cali, Colombia, ha dado un giro inesperado con la confesión de Harold Echeverry, el presunto responsable del crimen. Según informes de la Fiscalía, Echeverry ha admitido haber abusado sexualmente de una mujer apenas cuatro días antes del terrible suceso que conmocionó al país. 

La imputación de cargos por abuso sexual contra Echeverry arroja nueva luz sobre la complejidad de este caso y sus ramificaciones en la sociedad. El hecho de que el acusado haya cometido este delito tan cerca en el tiempo al feminicidio de Michell González plantea interrogantes sobre su historial y comportamiento previo, así como sobre la posible existencia de patrones de violencia contra las mujeres. 

El feminicidio de Michell González, una joven de apenas 15 años, ocurrió en el interior de un taller en Cali, donde trabajaba junto a Echeverry. La brutalidad del crimen y las circunstancias que lo rodean han generado indignación y llamados a la justicia por parte de organizaciones feministas y de derechos humanos en todo el país. 

De acuerdo con el reporte oficial de la Fiscalía, la presunta víctima de abuso sexual es una mujer de 29 años que “fue atacada cuatro días antes del feminicidio de una menor de 15 años, en un taller ubicado en el barrio San Judas de la capital vallecaucana”. 

Por estos hechos, Echeverry fue imputado. Aceptó los nuevos cargos formulados por la Fiscalía y un juez de control de garantías decidió imponer una nueva medida de aseguramiento intramural, por lo que debe continuar privado de la libertad en la cárcel de Cómbita (Boyacá).