El sedentarismo en niños y su impacto en la salud mental: un asunto de preocupación

Escrito por Redacción Pereira Último Minuto , 17 de Febrero de 2024. Guardado en Nación

Es importante abordar el sedentarismo en niños desde una edad temprana.

El sedentarismo en la infancia y la adolescencia se ha convertido en un problema de salud pública a nivel mundial, con consecuencias significativas para la salud física y mental de los niños y jóvenes. Según datos recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente el 81% de los adolescentes en el mundo no realizan la cantidad mínima recomendada de actividad física, lo que los hace propensos al sedentarismo.   


El sedentarismo en los niños se define como un estilo de vida caracterizado por la falta de actividad física regular y la participación en actividades sedentarias, como ver televisión, jugar videojuegos o pasar largos períodos frente a pantallas electrónicas. Esta falta de movimiento tiene efectos adversos en la salud física, como el aumento del riesgo de obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y trastornos musculoesqueléticos.   


Además de los efectos físicos, el sedentarismo en niños también está vinculado a problemas de salud mental. La falta de actividad física puede contribuir al estrés, la ansiedad, la depresión y los problemas de conducta en los niños y adolescentes. La actividad física regular no solo ayuda a mantener un peso saludable, sino que también libera endorfinas, neurotransmisores que mejoran el estado de ánimo y reducen el estrés.   


Es importante abordar el sedentarismo en niños desde una edad temprana e inculcar hábitos de vida activos y saludables. Los padres, cuidadores y educadores juegan un papel fundamental en fomentar la actividad física y limitar el tiempo dedicado a actividades sedentarias. Esto puede incluir actividades al aire libre, deportes, juegos activos y limitar el tiempo de pantalla.  


Las políticas públicas también desempeñan un papel crucial en la promoción de entornos que fomenten la actividad física en la infancia y la adolescencia. Esto puede incluir la creación de espacios seguros para el juego al aire libre, la promoción de la educación física en las escuelas y el desarrollo de programas comunitarios que promuevan un estilo de vida activo.   


El sedentarismo en niños es un problema de salud pública que requiere atención y acción urgente. Promover la actividad física en la infancia y la adolescencia no solo beneficia la salud física, sino que también contribuye al bienestar mental y emocional de los niños y jóvenes.

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