Durante un evento de seguridad en la capital colombiana, el presidente Gustavo Petro Urrego generó controversia al denunciar la supuesta corrupción dentro de la Policía Nacional.

“Todo policía de barrio sabe dónde queda la olla… lo que pasa es que la olla compra al policía”, dijo el presidente. Estas declaraciones, que sugieren la complicidad de algunos agentes con el crimen organizado y el microtráfico, provocaron abucheos por parte de algunos asistentes, en su mayoría uniformados.

El mandatario destacó la necesidad de adaptar las estrategias policiales a las demandas específicas de la sociedad colombiana, haciendo hincapié en problemas de convivencia y justicia como principales factores de inseguridad, según una encuesta presentada durante el evento.

En un discurso cargado de críticas al sistema actual, el presidente Petro no dudó en señalar las deficiencias del Estado para enfrentar el crimen organizado, cuestionando su capacidad para cooptar instituciones enteras al servicio del mismo. Sus palabras resonaron en el Movistar Arena de Bogotá, donde se congregaron altos funcionarios gubernamentales y destacadas figuras del ámbito policial y político.

El presidente destacó la importancia de abordar las raíces de la inseguridad, más allá del enfoque tradicional centrado únicamente en el delito. La intervención del presidente durante el evento evidencia el desafío que enfrenta el Gobierno colombiano en su lucha contra la corrupción y el crimen organizado, así como la necesidad de reformas profundas en el sistema de seguridad y justicia del país. Las reacciones adversas por parte de algunos sectores de la Policía Nacional reflejan la sensibilidad y la complejidad de abordar este tema en la agenda nacional.