En medio de las exigencias diarias, la preparación de alimentos a menudo se convierte en una tarea que queda relegada. Como resultado, muchas personas optan por salir a comer o pedir comida a domicilio para ahorrar tiempo. Sin embargo, el desconocimiento de las prácticas de preparación y manipulación de alimentos puede acarrear graves consecuencias para la salud.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que alrededor de 600 millones de personas en el mundo se enferman cada año debido a la ingesta de alimentos contaminados, resultando en 420 muertes. Estas enfermedades suelen ser de naturaleza infecciosa o tóxica, generalmente causadas por virus, bacterias, parásitos o sustancias químicas que afectan el organismo.

Los síntomas de la intoxicación alimentaria pueden variar, pero incluyen fiebre, dolor estomacal, diarrea, heces con sangre, calambres abdominales, vómitos y dolor de cabeza, según los Institutos Nacionales de Salud (NIH).

Las causas de la contaminación alimentaria son diversas e incluyen la presencia de bacterias como la salmonella y Campylobacter, así como parásitos como los trematodos presentes en el pescado. Además, existen virus como el de la hepatitis A y priones asociados con enfermedades neurodegenerativas.

Los alimentos callejeros, aunque a menudo son tentadores, pueden ser una fuente de contaminación si no se preparan o manipulan adecuadamente. La falta de control de calidad y las condiciones de higiene deficientes pueden dar lugar a la presencia de bacterias, virus y parásitos dañinos.