"Un niño no es un combatiente, es un rehén; cuando son varios, es una toma de rehenes. A la población del Cauca han tomado como objeto": Durante el lanzamiento de la estrategia 'Misión Cauca' en Popayán, el presidente Gustavo Petro alertó sobre la grave situación en la que 350 niños indígenas del departamento de Cauca están siendo reclutados por grupos armados ilegales para servir como "escudos" humanos contra las Fuerzas Militares. Petro calificó esta práctica como un delito de lesa humanidad según los estatutos internacionales, enfatizando que los niños no deberían ser considerados combatientes, sino rehenes de grupos criminales.

El mandatario expresó su preocupación por la complicación que representa la presencia de niños en las filas de los grupos armados, ya que limita severamente las operaciones militares y pone en riesgo la vida de los menores. Según sus palabras, estos niños no solo son utilizados como rehenes, sino que también se les obliga a participar en actividades ilegales bajo el control de los grupos armados.

Petro hizo un llamado a una cooperación estrecha entre las Fuerzas Militares y el Gobierno para abordar esta crisis humanitaria, proponiendo que el Ejército Nacional se involucre activamente en el desarrollo social del territorio afectado. Propuso que el Estado mismo asuma la responsabilidad de realizar obras públicas en estas zonas de conflicto, consideradas como áreas de economía ilícita, con el fin de contrarrestar la influencia y el poder de los grupos armados sobre la población.

El presidente destacó la importancia de asignar recursos desde el presupuesto nacional para llevar a cabo estas iniciativas, subrayando la necesidad de una gestión eficiente y transparente de los fondos públicos. Enfatizó que esta estrategia no solo busca mejorar las condiciones de vida de las comunidades afectadas, sino también prevenir que más niños caigan en manos de grupos armados ilegales en el futuro.