El incidente ocurrido durante la final de la Copa América en el Hard Rock Stadium de Miami sigue generando polémica y consecuencias. Las autoridades estadounidenses han identificado a los fanáticos que ingresaron al estadio sin boleto y han decidido tomar serias medidas en su contra. Principalmente, los disturbios fueron causados por hinchas de la Selección Colombia, quienes superaron los cordones de seguridad y treparon las cercas para acceder al recinto deportivo.

El desorden ocasionado obligó a retrasar el partido entre Colombia y Argentina por dos horas. A pesar de que ni la Conmebol ni el Hard Rock Stadium han admitido fallas en los protocolos de seguridad, las consecuencias para los infractores serán severas. Gracias a las cámaras biométricas instaladas en el estadio, las autoridades han logrado identificar a más de 7,000 de hinchas, muchos de los cuales podrían perder sus visas y residencias estadounidenses, e incluso enfrentar deportaciones.

En respuesta al caos, la Conmebol emitió un comunicado responsabilizando al Hard Rock Stadium por las fallas en seguridad. Según la Conmebol, la organización del estadio no logró controlar la multitud sin entradas, lo que provocó el cierre de puertas y retrasos en el ingreso de los fanáticos que sí tenían boletos. Por otro lado, la gerencia del Hard Rock Stadium defendió su historial de seguridad en eventos pasados, atribuyendo la responsabilidad a la Conmebol y las agencias policiales locales. Ambos organismos continúan en disputa sobre quién es el verdadero responsable del desorden que marcó la final del torneo.