Con el propósito de actualizar el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos PGIRS y determinar cuál es el flujo detallado de los residuos producidos en la ciudad desde su generación hasta su disposición final, la empresa de Aseo de Pereira firmó un convenio con la Universidad Tecnológica de Pereira, para la caracterización de los mismos, y de esta manera poder definir estrategias que deriven en su reducción, reutilización y reciclaje, evitando que lleguen al relleno sanitario. De igual manera esto permitirá tener una mejor comprensión de los tipos y volúmenes de residuos generados, facilitando la implementación de políticas y prácticas más efectivas para su gestión. Además, la actualización del PGIRS asegurará que las prácticas de gestión de residuos estén alineadas con las normativas vigentes. Ricardo Alán  González  Londoño, gerente de la entidad explicó que “el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos, es el equivalente al Plan de Ordenamiento Territorial, es un instrumento de planeación, pero en este caso va a estar también acompañado de otra tarea que hemos encomendado a la Universidad Tecnológica de Pereira y es caracterizar nuestros residuos sólidos en la fuente, necesitamos saber qué tipo de residuos sólidos, qué cantidad producimos en la ciudad, para poder saber si esos residuos sólidos en sus cantidades y características como están representados, para hacer planeación y poder incorporarlo a procesos de economía circular”. Francisco Uribe, rector (e) de la Universidad Tecnológica de Pereira, aseguró que “cambiar hábitos de consumo para evitar y minimizar y cambiar el modelo consumista que hemos tenido muchos años en esta sociedad, es la única manera de que en estas ciudades los conglomerados y los centros urbanos empiezan realmente adaptarse a una gestión ambiental más eficiente, y esto también constituye fondos de adaptación a lo que significa hoy todos los impactos que está generando el cambio climático”. En este sentido Jhoniers Guerrero coordinador de la estrategia por parte de la UTP, finalizó diciendo que “solamente el 10% de los residuos se están aprovechando de alguna forma, y que hay que cambiar el paradigma, para pasar de una economía donde se entierran unos recursos naturales y unos recursos que tienen un valor”.