Uno de los tifones más poderosos en décadas, el tifón Shanshan, ha golpeado Japón, causando destrucción significativa y la muerte de al menos tres personas. Con vientos de hasta 252 km/h, el tifón tocó tierra el jueves en la isla de Kyushu, una de las principales islas del sur de Japón, hogar de 12,5 millones de personas. Aunque el tifón perdió algo de intensidad al tocar tierra, las rachas aún alcanzaron los 160 km/h, y su principal amenaza provino de las lluvias torrenciales que provocaron deslizamientos de tierra mortales.

Consecuencias devastadoras

En Gamagori, en la prefectura de Aichi, un deslizamiento de tierra sepultó una vivienda, causando la muerte de tres personas de una misma familia. Las autoridades habían emitido el nivel máximo de alerta, recomendando a cientos de miles de personas que evacuaran sus hogares ante el peligro de inundaciones, corrimientos de tierra y subidas letales del nivel del mar.

La ciudad de Kunisaki, en la región de Oita, instó a sus habitantes a trasladarse a lugares seguros o a ubicarse en zonas elevadas de sus hogares. En la ciudad costera de Miyazaki, el tifón dejó un rastro de destrucción con 25 heridos y alrededor de 200 edificios dañados, algunos a causa de un tornado. En total, se reportaron 59 heridos en Kyushu, y un hombre desapareció en el sur de la isla mientras navegaba en barco.

Impacto en infraestructuras

El tifón dejó sin electricidad a 187.010 hogares en Kyushu, complicando aún más la situación para los residentes. A medida que el tifón se desplaza lentamente, la Agencia Meteorológica de Japón advirtió que el riesgo de desastres podría aumentar rápidamente, especialmente en el oeste de Japón, incluyendo las ciudades de Osaka y Nagoya.

La situación sigue siendo crítica, y las autoridades continúan monitoreando el avance del tifón, que podría causar más daños en las próximas horas.