En la noche del 20 de noviembre de 2024, una explosión sacudió las instalaciones principales del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) en Bogotá, causando daños estructurales significativos y generando una respuesta inmediata de las autoridades. El suceso se registró cerca de las 8:40 p.m., en la calle 26, afectando tanto la fachada del edificio como áreas cercanas. Según informes preliminares, no se reportaron víctimas mortales, aunque sí daños materiales considerables y algunas personas resultaron levemente heridas.

¿Qué originó la explosión?

De acuerdo con las investigaciones iniciales, una cámara de seguridad captó a un individuo sospechoso dejando un paquete en las inmediaciones minutos antes de la detonación. Este hallazgo ha orientado la investigación hacia un posible acto deliberado. Las autoridades están analizando las grabaciones y trabajando en la identificación del responsable, mientras que equipos de explosivos continúan recopilando evidencia en el lugar para determinar la naturaleza exacta del artefacto utilizado.

El ataque ha generado preocupación entre funcionarios del INPEC , dado que no es la primera vez que una instalación de este organismo es blanco de ataques en medio de un clima tenso por la gestión penitenciaria en el país.

Reacciones oficiales y medidas tomadas

El gobierno colombiano, a través del Ministerio de Justicia y la Dirección del INPEC , ha condenado enérgicamente este acto y ha anunciado el fortalecimiento de las medidas de seguridad en todas las instalaciones del instituto a nivel nacional. Al respecto, el ministro de Justicia, Néstor Osuna , declaró que “no permitiremos que estas acciones criminales atenten contra nuestras instituciones”.

Por su parte, la Fiscalía General de la Nación asumió la investigación, mientras que la Policía Nacional desplegó operativos de control en Bogotá. Además, el presidente Gustavo Petro se pronunció en sus redes sociales, instando a la ciudadanía a mantener la calma y a colaborar con información que pueda esclarecer lo ocurrido.

Contexto y posibles móviles

Este ataque ocurre en un momento de creciente presión sobre el sistema penitenciario colombiano, marcado por denuncias de corrupción, hacinamiento y críticas por la gestión de reclusos de alto perfil. Aunque ningún grupo ha reivindicado aún el ataque, expertos sugieren que podría estar relacionado con represalias de organizaciones delictivas afectadas por recientes operativos de seguridad.

Otros analistas consideran que esta explosión podría ser un mensaje dirigido al gobierno, en medio de negociaciones con diversos actores armados y de la implementación de la política de paz total. La conexión con posibles reclusos de alta peligrosidad también está siendo evaluada, dado que el INPEC maneja información sensible sobre estas personas.

¿Qué sigue?

Las autoridades locales y nacionales han intensificado las investigaciones, y se espera que en las próximas horas se revelen más detalles sobre los avances en la identificación del autor del ataque. El incidente pone nuevamente en el centro del debate la seguridad en las instituciones públicas y la capacidad del Estado para garantizar el orden frente a amenazas criminales.