Un joven de 21 años, oriundo del suroccidente colombiano, logró escapar de las garras del Clan del Golfo tras ser reclutado mediante redes sociales con falsas promesas de empleo y altos salarios. Lo que parecía ser una oportunidad terminó convirtiéndose en una pesadilla: fue sometido a entrenamiento militar, obligado a cometer actos criminales y constantemente amenazado de muerte. El joven tomó la valiente decisión de huir tras un intento fallido de ejecutar órdenes contra otro recluta. Durante cuatro días, enfrentó un escape lleno de peligros: cruzó ríos, subió montañas y soportó hambre extrema. Finalmente, encontró ayuda en una familia que le brindó comida y refugio. Una vez recuperado, acudió al Ejército para iniciar su desmovilización. Las autoridades confirmaron que el Clan del Golfo utiliza perfiles falsos en redes sociales para reclutar a jóvenes. Estas cuentas son eliminadas en menos de diez días, evitando dejar rastro. Este caso evidencia el creciente uso de plataformas digitales para actividades criminales y la necesidad de tomar precauciones al interactuar en línea.