Nueva Delhi, capital de India y hogar de más de 20 millones de personas, enfrenta una crisis ambiental que amenaza seriamente la salud pública. Con niveles de contaminación atmosférica que regularmente superan los estándares aceptables, la ciudad es comparada con "un fumadero masivo al aire libre". Según expertos, vivir un día en Nueva Delhi equivale a fumar más de 21 cigarrillos debido a la cantidad de partículas tóxicas en el aire (PM2.5). La exposición prolongada a este tipo de contaminación aumenta el riesgo de enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cáncer de pulmón, afectando especialmente a niños y adultos mayores.

Causas del deterioro ambiental

El deterioro de la calidad del aire se debe a una combinación de factores como:

- Emisiones vehiculares: La densidad de tráfico y el uso de combustibles fósiles incrementan las emisiones tóxicas.

- Quema agrícola: Los agricultores queman restos de cosechas en estados vecinos como Punjab y Haryana, lo que contribuye significativamente al esmog estacional.

- Condiciones climáticas: Durante el invierno, la inversión térmica atrapa contaminantes cerca del suelo, agravando la calidad del aire. Industria y construcción: Estas actividades generan partículas en suspensión que afectan gravemente la visibilidad y el aire.

- Industria y construcción: Estas actividades generan partículas en suspensión que afectan gravemente la visibilidad y el aire.

El gobierno de Nueva Delhi ha intentado mitigar la situación mediante restricciones al tráfico, como el sistema de circulación alternado por matrículas pares e impares, y campañas para reducir la quema agrícola. También se promueve el uso del transporte público y tecnologías de energía limpia. Sin embargo, estas medidas resultan insuficientes ante la magnitud del problema.

Los ciudadanos han adoptado soluciones temporales como purificadores de aire y mascarillas, pero la sensación de frustración aumenta. "Es imposible vivir así. Salir de casa es un riesgo constante", comenta un residente. Mientras tanto, organizaciones internacionales advierten que, si no se toman medidas drásticas, las consecuencias serán devastadoras no solo para la población, sino también para la economía del país.

Grupos ambientalistas y expertos urgen al gobierno indio a implementar un plan integral de largo plazo que contemple regulaciones más estrictas sobre emisiones, mejoras en la infraestructura de transporte público, energías renovables, y programas de reforestación masiva. La lucha por un aire limpio en Nueva Delhi no solo es una cuestión local, sino un desafío global en el contexto de la crisis climática.