Un potente terremoto de magnitud 7.3 sacudió las aguas cercanas a Port Vila, capital de Vanuatu, ocasionando daños materiales significativos, incluida la Embajada de Estados Unidos. El sismo, seguido por réplicas de 5.5 y 5.4, activó una breve alerta de tsunami, con olas esperadas de hasta un metro. Más tarde, el aviso fue retirado.

El Servicio Geológico de EE.UU. indicó que el epicentro estuvo a 57 km de profundidad y a 30 km de Port Vila. Aunque inicialmente no se reportaron víctimas, la Cruz Roja confirmó en redes sociales “al menos seis fallecidos y muchos heridos” . Además, se registraron cortes masivos de internet y daños en viviendas y comercios.

La OMS desplegó equipos para apoyar al Hospital Vila Central y gestionar la emergencia. Este evento resalta los peligros de la región, ubicada en el “Anillo de Fuego del Pacífico” , conocida por su intensa actividad sísmica.

Autoridades locales continúan evaluando el impacto, mientras se enfrentan a las complicaciones de comunicación y los riesgos de inundaciones por la baja elevación de las islas.