El creciente número de solicitudes de asilo presentadas por colombianos en Alemania ha encendido las alarmas, tanto en ese país europeo como en Colombia. Según Joachim Stamp, alto comisionado alemán para acuerdos migratorios, en 2018 se radicaron apenas 135 solicitudes, mientras que este año la cifra se disparó a 3.500 solicitudes, de las cuales la mayoría carecen de justificación legal. “Es esencial emitir este mensaje: por favor, no sigan solicitando más asilos en Alemania”, enfatizó Stamp en una entrevista con El Tiempo.

Esta tendencia ha generado preocupación, ya que las autoridades estiman que, de mantenerse el ritmo actual, unas 10.000 personas podrían ser deportadas a Colombia en los próximos meses. Stamp reiteró que el asilo no es el camino adecuado para migrar y subrayó las ventajas de utilizar mecanismos legales como la ley de migración para trabajadores especializados. “Sabemos que son personas laboriosas y capaces, quisiéramos tenerlos en Alemania, pero jurídicamente a través del asilo no es posible”, aclaró el funcionario.

La situación recuerda el reciente caso de Reino Unido, que reinstauró el requisito de visa para colombianos tras registrar un incremento en las solicitudes de asilo injustificadas. Solo en 2024 (con corte a noviembre), se presentaron 900 solicitudes, frente a las apenas seis radicadas en 2021, cuando la visa era obligatoria. Estos antecedentes han llevado a Alemania a considerar medidas más estrictas para controlar el ingreso irregular de colombianos.

Desde la Cancillería colombiana se hizo un llamado a los ciudadanos para que migren de forma ordenada y legal. Además, las autoridades trabajan para evitar que otros países europeos sigan los pasos del Reino Unido. “Queremos que Reino Unido reconsidere la imposición de visas y fortalecer los canales legales con Alemania para evitar restricciones similares”, señaló un portavoz oficial.

Stamp advirtió que el 99,7% de las solicitudes de asilo de colombianos en Alemania son rechazadas, lo que significa que casi todos los solicitantes deben regresar a su país de origen. “Este tipo de migración no solo satura nuestro sistema, sino que afecta negativamente a quienes realmente necesitan protección internacional”, concluyó el comisionado.

El fenómeno plantea un desafío tanto para Alemania como para Colombia, que buscan regularizar la migración mediante acuerdos bilaterales y evitar que la crisis se traduzca en restricciones adicionales para los colombianos en Europa.