La República Bolivariana de Venezuela, a través de un comunicado oficial del canciller Yván Gil, anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con Paraguay en respuesta a las declaraciones del presidente paraguayo, Santiago Peña. Según Gil, Peña habría ignorado el derecho internacional y revivido lo que calificó como "las fantasías políticas" del extinto Grupo de Lima, al reconocer al opositor Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela. Gil afirmó que esta decisión soberana implica el retiro inmediato del personal diplomático venezolano de Paraguay. Además, el canciller subrayó que el Gobierno Bolivariano permanece firme en su compromiso con la defensa de la democracia, la paz y la autodeterminación de los pueblos, denunciando lo que denominó "bufonadas del fascismo internacional". Por su parte, Chile también intensificó su postura frente al Gobierno de Nicolás Maduro. Este martes, el Ministerio de Relaciones Exteriores chileno anunció la finalización de la misión de su embajador en Venezuela, Jaime Gazmuri, argumentando el fraude electoral ocurrido tras las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024. Según el comunicado, la expulsión del personal diplomático chileno de Caracas en agosto pasado y la falta de diálogo bilateral efectivo motivaron esta medida. Chile expresó su esperanza de que Venezuela retome el camino de la democracia y los derechos humanos. Asimismo, el Gobierno chileno se une a Paraguay en su reconocimiento de Edmundo González Urrutia como legítimo presidente de Venezuela, quien asumiría el cargo el próximo 10 de enero. El Ejecutivo paraguayo también exigió la salida del embajador venezolano en Asunción, Ricardo Capella, y su equipo diplomático en un plazo de 48 horas, marcando una creciente ola de tensiones en la región. Este panorama evidencia el aislamiento internacional que enfrenta el Gobierno de Nicolás Maduro, mientras aumenta el respaldo internacional hacia Edmundo González como líder opositor y representante de una Venezuela democrática.