El Vaticano permite la ordenación de sacerdotes homosexuales
Escrito por Redacción Pereira Último Minuto , 17 de Enero de 2025. Guardado en Internacional
Las nuevas directrices de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) han abierto la posibilidad de que hombres abiertamente homosexuales accedan a los seminarios y sean ordenados sacerdotes. Aunque el documento, titulado "Orientaciones y normas para los seminarios", no prohíbe explícitamente la admisión de homosexuales, deja claro que la Iglesia sigue manteniendo una postura conservadora sobre la castidad y el celibato. "No se debe reducir el discernimiento solo a este aspecto, sino comprenderlo dentro del marco global de la personalidad del candidato", señala el texto.
A pesar de esta apertura, la CEI reafirmó que los sacerdotes deben vivir en absoluta castidad, independientemente de su orientación sexual. "La Iglesia, aun respetando profundamente a las personas en cuestión, no puede admitir en los seminarios a aquellos que practican la homosexualidad", aclara el documento. De esta manera, el Vaticano mantiene su enseñanza tradicional, en la que considera la actividad homosexual como "intrínsecamente desordenada", aunque insiste en el respeto y la dignidad de las personas LGBTQ+.
El Papa Francisco ha sido una figura clave en este cambio de enfoque dentro de la Iglesia. En 2023, el Pontífice declaró que "ser homosexual no es un crimen" y permitió la bendición de parejas del mismo sexo, aunque sin reconocer el matrimonio entre personas del mismo género. No obstante, en mayo pasado, durante una reunión a puerta cerrada con obispos italianos, utilizó un término despectivo para referirse a la presencia de homosexuales en los seminarios, lo que generó una gran controversia.
Ante la polémica, el Vaticano aclaró que el Papa no se refería a los homosexuales en sí, sino a aquellos seminaristas que no respetan el voto de castidad. Francisco pidió disculpas por sus palabras, pero el episodio dejó en evidencia las tensiones dentro de la Iglesia sobre este tema. Aun así, desde el inicio de su pontificado, el Papa ha mostrado gestos de apertura hacia la comunidad LGBTQ+, como cuando en 2013 declaró: "Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿Quién soy yo para juzgarla?".
Las nuevas directrices para los seminarios italianos, que estarán en fase experimental por tres años, buscan equilibrar una mayor inclusión de personas homosexuales con el compromiso de vivir en castidad. El documento insiste en que los futuros sacerdotes deben aceptar el celibato como una "renuncia" y una forma de entrega a Dios, lo que implica "frustraciones" y "falta de gratificación afectiva y sexual".
En conclusión, aunque el Vaticano ha dado un paso hacia la inclusión, sigue manteniendo una estricta visión sobre la vida sacerdotal. La apertura a seminaristas homosexuales no cambia la exigencia de celibato y castidad, pilares fundamentales de la vocación presbiteral. Esta medida refleja la voluntad de la Iglesia de evolucionar sin modificar los principios doctrinales que han definido el sacerdocio católico a lo largo de la historia.