Una nueva tragedia enluta a la capital del país. Un uniformado activo de la Policía Nacional, fuera de servicio y vestido de civil, asesinó a su expareja en su lugar de trabajo y luego se quitó la vida. El hecho ocurrió en la noche del martes 22 de abril en el barrio Quintas del Sur, en la localidad de Ciudad Bolívar, al sur de Bogotá. Según el reporte preliminar, el hombre llegó hasta un salón de belleza donde laboraba la víctima y, tras una fuerte discusión, desenfundó un arma de fuego y le propinó nueve disparos a la mujer. Los servicios de emergencia acudieron al lugar, pero la víctima falleció en el sitio debido a la gravedad de las heridas. Acto seguido, el agresor utilizó la misma arma para dispararse en la cabeza frente a los presentes. Aunque alcanzó a ser trasladado a un centro asistencial, murió minutos después debido a la lesión. Las autoridades confirmaron que el arma empleada no hacía parte del equipo institucional del uniformado, sino que era de su propiedad. El teniente coronel Fernando Díaz, comandante operativo de seguridad ciudadana número dos, aseguró que ya se adelantan las investigaciones para esclarecer si existían antecedentes de violencia o amenazas previas por parte del agresor. Este nuevo caso de feminicidio vuelve a poner sobre la mesa la urgencia de reforzar los controles y protocolos dentro de la institución para detectar a tiempo señales de violencia intrafamiliar o comportamientos que puedan derivar en tragedias como esta.