El uso de fajas o prendas de compresión para moldear la figura y lograr una apariencia más estilizada ha sido una práctica popular en la búsqueda de la imagen deseada. Sin embargo, surge la interrogante: ¿es bueno o malo para la salud utilizar fajas de manera frecuente?.  

En primer lugar, es importante destacar que las fajas pueden ofrecer beneficios estéticos temporales al proporcionar un aspecto más esbelto y firme. Al comprimir ciertas áreas del cuerpo, pueden reducir la apariencia de la celulitis y proporcionar un efecto de “adelgazamiento” inmediato bajo la ropa. 

No obstante, el uso constante y prolongado de fajas puede tener implicaciones en la salud. Algunos expertos en salud advierten que las fajas pueden afectar negativamente la respiración y la circulación sanguínea, ya que la compresión excesiva puede dificultar la expansión del diafragma y la fluidez sanguínea en ciertas áreas del cuerpo. 

Además, las fajas podrían debilitar los músculos abdominales y lumbares si se utilizan como un sustituto de un entrenamiento físico adecuado, dependiendo de la presión que ejerzan y la frecuencia de uso, podrían causar molestias como irritación en la piel, rozaduras y sensación de incomodidad.