En una serie de eventos desconcertantes, una empleada doméstica fue detenida por las autoridades después de ser acusada de engañar y escopolaminar a varias personas a su cargo. El caso ha generado alarma en la comunidad, destacando la importancia de la vigilancia y la conciencia ciudadana. 

Lo que comenzó como una relación de confianza entre una empleada doméstica y sus empleadores se convirtió en una pesadilla para varias familias. La mujer llamada Leonor Salas Moreno de 35 años, presuntamente utilizó la confianza depositada en ella para perpetrar sus crímenes.

La Fiscalía relató que, para esta mujer, no era nuevo el delito, ya que había sido arrestada en el pasado, por lo que conocía las consecuencias de ser reincidente. 

Según las investigaciones, la empleada doméstica empleaba tácticas de engaño para ganarse la confianza de las personas a su cuidado. Una vez que había establecido esa confianza, presuntamente utilizaba escopolamina, una sustancia conocida por sus efectos amnésicos y de pérdida de conciencia, para despojar a sus víctimas de sus pertenencias de valor. 

“Si la conducta es repetitiva, que si vuelve a reiterarse en esa acción no quedará otro camino, sino cercenar su libertad o privar de la libertad”, aseguró el fiscal. 

Al momento de su captura en el lugar del delito, Leonor ya tenía listo el botín para poder escapar: “Le encuentran debajo de la cama unos objetos avaluados en cuatro millones, cadenas, anillos, aretes”, leyó el fiscal. 

Gracias a los elementos presentados por la Fiscalía, la mujer de 35 años fue enviada a prisión. Se investiga si está vinculada a otros casos por víctimas que ya la reconocieron y que también piden justicia.