En una operación conjunta entre la Fiscalía y el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), se logró desmantelar una red de trata de personas que operaba en distintas regiones del país. Esta red se dedicaba a la explotación sexual de jóvenes, induciéndolas a mantener relaciones sexuales con miembros de e la disidencia de las FARC. 

La operación resultó en la detención de varios individuos implicados en esta actividad delictiva. Todos los arrestados son de nacionalidad venezolana y habían establecido un modus operandi para atraer a sus víctimas, principalmente reclutándolas en el departamento de Norte de Santander. Les ofrecían falsas ofertas de trabajo en Tumaco, Nariño, generando así una falsa esperanza de una vida mejor. 

Los detenidos fueron identificados como: Misael Ángel Vegas Quintana, alias ‘Nené’; su hija, Dayerlín Angélica Vegas Gutiérrez, alias ‘Bebé’; Stefanis Yamileidis Herrera Avinazar, alias ‘Fefi’; y Dalia Josefita Caigua Castillo. 

Las jóvenes eran llevadas a un establecimiento que era manejado por ‘Bebé’ y ‘Fefi’, administradora y empleada del establecimiento de comercio. Estas dos mujeres, presuntamente, alojaban a sus víctimas en el bar y las notificaban de una deuda por la suma que habían recibido inicialmente, pero incrementaban los valores, pues no era realmente lo que les habían entregado. 

Mientras las niñas pagaban la deuda que habían “adquirido”, debían vender su cuerpo a varios hombres al día, pero también tenían la obligación de cumplir ciertas reglas, como: no tener celular, no descansar, no comunicarse con sus familiares y no salir sin permiso, pues si incumplían alguna de estas “reglas” eran multadas. 

A estas personas se les imputó los delitos de concierto para delinquir agravado y trata de personas, cargos que no aceptaron, y fueron enviados a una cárcel.