En un golpe contra la delincuencia organizada, las autoridades han desmantelado una red criminal que operaba desde lo que se conocía como 'La Mansión', un edificio que servía como centro de operaciones para una red que empleaba niños en el tráfico de drogas en Bogotá. 

Las investigaciones revelaron que este edificio de seis pisos y 36 habitaciones, que aparentaba ser un pagadiario, ocultaba actividades ilegales mucho más oscuras. El modus operandi de la red consistía en utilizar niños para empacar y distribuir drogas en diferentes puntos de la ciudad. Estos menores eran sometidos a torturas físicas y psicológicas para garantizar su sumisión y silencio. 

Esta banda vendía en los puntos de consumo más álgidos de la ciudad marihuana, cocaína y bazuco. Su insignia eran las papeletas amarillas en las que empacaban la droga. 

Las autoridades incautaron 2.346 papeletas con clorhidrato de cocaína, $360.000 en efectivo y varios celulares. 

La operación, que contó con la participación de diferentes organismos de seguridad, permitió la captura de varios implicados en la red, incluyendo a los responsables de liderar estas operaciones delictivas y a quienes sometían a los niños a condiciones deplorables. 

Cuando los niños con cumplían con las metas de venta, eran sometidos a vejámenes y torturas. Las edades de los niños oscilaban entre los 12 y 15 años. 

Los menores eran obligados por sus propios padres a llevar la droga a las ollas de los sectores cercanos al centro de Bogotá.