La tranquila ciudad de Tuluá se vio sacudida por un caso de aparente secuestro que resultó ser una maquinación conspirada por Isabella Ibarra. La mujer de 19 años fue detenida cuando intentaba cobrar una recompensa de $3.000.000 que exigía a su propia familia tras enviarles fotos simuladas de su supuesto secuestro. 

Isabella Ibarra desató una serie de eventos preocupantes cuando, según las autoridades, simuló su propio secuestro y tortura. Para respaldar sus exigencias de rescate, enviaba imágenes en las que aparentaba estar herida y atada, generando angustia y desconcierto entre sus seres queridos. Las autoridades, al recibir la denuncia del presunto secuestro, iniciaron una investigación exhaustiva. 

La sorpresa llegó cuando descubrieron que la misma Isabella Ibarra era la autora de esta farsa. Fue detenida en el momento en que intentaba recibir el pago por su autosecuestro, revelando así una trama insólita. 

El teniente coronel Hugo Ferney Guzmán, subcomandante del Departamento de Policía Valle (e), confirmó que la suma total de la extorsión a su propia familia era de $6.000.000, pero en ese momento le entregarían a los supuestos captores la mitad de la recompensa. 

En las audiencias de legalización e imputación de cargos, un juez le dictó medida privativa de la libertad en centro carcelario a la joven y medida de libertad al hombre capturado por no hallarse culpable.