Un reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a nivel global solo experimentarán una disminución del 2% para el año 2030. Este pronóstico pone de manifiesto la urgente necesidad de acelerar las medidas destinadas a combatir el cambio climático. 

A pesar de los esfuerzos y compromisos actuales, la proyección de una reducción del 2% en las emisiones de CO2 es significativamente menor que la necesaria. Los expertos en cambio climático sostienen que, para la próxima década, la disminución debería ser del 43% para evitar consecuencias climáticas devastadoras. 

La advertencia de la ONU insiste la importancia de que los países refuercen sus compromisos en la reducción de emisiones, considerando la urgencia de la situación. El cambio climático está vinculado a fenómenos meteorológicos extremos, pérdida de biodiversidad y amenazas a la seguridad alimentaria. La insuficiencia en las reducciones de emisiones intensifica estos riesgos. 

La comunidad internacional es instalada a intensificar sus esfuerzos en la adopción de tecnologías más limpias, energías renovables y políticas ambientales efectivas. Uno de los desafíos tecnológicos es superar la dependencia de combustibles fósiles y abordar la transición hacia tecnologías más sostenibles representa un desafío clave.